miércoles, 2 de diciembre de 2009

Bailando tangos en soledad.



Si, muy bien, he sido utilizado por tus besos, por tus caricias, por tu voz, por tus manos, por tu cuerpo, hasta por tus ojos.

¿Pero sabes? Este engaño me atrapó, me aprisionó y no me deja ver la cruel realidad.

Yo se que tu quieres a otro y que en mí solo un refugio buscaste, unos hombros donde llorar por él, una boca que besar pensando solo en él. Un cuerpo que abrazar, que acariciar, solo para seguir pensando en él.

Y yo que tonto fui, dejándome engañar por tu infame amor que predicabas tenerme y aun así me dices que me amas, si cada palabra de amor que me dices, tú solo piensas en él

Que cruel has sido conmigo, con mi pobre corazón, que solo buscaba poder amarte, pero tú lo desprecias, solo porque temes a amar a alguien más que no sea a él.

Y dime ahora, ¿Con quién más jugarás? Si ya no será conmigo, porque hoy ya no mas engaños, ni dolor, ni desprecios a mí y a mi pobre corazón.

Dime, ¿Por qué lo haces? Dime entonces, ¿Por qué en vez de estar jugando conmigo, por qué no le buscas? ¿Por qué prefieres seguir engañándome con tu amor entre comillas? ¿Por qué me elevas al cielo y me dejas azotar al suelo? ¿Por qué me das alas y no me dejas volar a tu lado?

¿Por qué estás conmigo amando a otro?

¿Qué buscas en mí? ¿Qué quieres de mi amor? ¿Destrozarlo? Pues ya lo hiciste, felicidades.

Eso querías oír, pues ahí lo tienes, te regalo este estúpido amor, para que termines de matarlo, de atormentarlo, de pisotearlo, y cuando hayas terminado, tíralo a la basura que es ahí donde debió siempre haber estado.

Ya que hoy quiero comenzar una nueva vida, lejos de ti y de tu amor que decías tenerme.

Quiero ser feliz y hacer feliz a alguien más, quiero amar y quiero que me amen de verdad.

Y a ti te deseo toda la felicidad, sigue tu vida, pero no hagas daño a nadie mas... deja vivir y vive, pero vive feliz.

Te lo deseo de corazón...


...Jack

lunes, 9 de noviembre de 2009

Otoño.


Me pregunto en qué medida los sueños son un fiel reflejo de la realidad, o hasta qué punto pueden mostrarte cosas que hasta ese momento aparecían ante ti dudosas o un tanto difuminadas.


La soñé el otro día, mirándome con desprecio, odiándome. La soledad me esperaba en la esquina siguiente en donde ella decidió no andar más de mi mano. Fue un sueño intenso, duro, con sabor a chocolate amargo. Me desperté sintiéndome parte de otro mundo, desolado por haber perdido ese recuerdo tan dulce que ella había implantado en mi piel. Y me desperté con el desamparo que marca la cruda realidad de sentirme nuevamente en manos de la fría soledad.


Al día siguiente la soñé tal y como en mi mente está marcada su esencia, dulce, entregada, pasional. Auténtica.

Pero fue en ese momento, después de soñarla dos días, después de imaginarla en tan distantes situaciones, después de semejante torrente de emociones con los ojos cerrados, sólo en ese preciso instante pude darme cuenta de lo que significaba realmente ella para mí. Alguien capaz de romper mi paz, hacerme reír, llorar, sentir en definitiva.


El destino juega conmigo una vez más, mostrándome oníricamente una nueva carta, un nuevo as en la manga.


Te recuerdo mientras resuenan las gotas de lluvia. Apoyado en la ventana, el reflejo de mis ojos en el cristal antes de mirar a través de él. Las gotas caen con fuerza hasta estrellarse contra el suelo. Dirijo la mirada hacia el cielo cubierto y gris... vuelve la mirada hacia abajo... grandes charcos.


Te siento más cerca, hoy es un paso más.


Ya es oficialmente otoño. Bienvenidas las hojas a mi bolsillo y el paraguas de cuadros.

martes, 3 de noviembre de 2009

Gaia


Mis lágrimas rozan la más ínfima ladera, incluso aquellas que aún no habéis pisado, pero que seguro pronto alcanzaréis. Lágrimas de llanto, en silencio, olvidadas, lágrimas en forma de lluvia ácida, de huracán, de deshielo o de cambio climático, lágrimas que no se ven o no se quieren ver.

Para mí este no será un año más, sino uno menos. Mis mayores tesoros se ven arrasados, habéis profanado cada parte de mi cuerpo, cada rincón ha sufrido un destino opuesto al de su creación.

Y llegará un nuevo año, y una vez más abriré mis ojos al sol, y observaré cuán inconscientes sois, me detendré sobre mis propios pensamientos, viendo como la especie más potente que jamás ha existido se torna en la más débil, condenándose a un final absurdo

Pero claro, vosotros no lo veréis, no seréis vosotros los que sufráis, pero yo sí seguiré aquí, y con estos mismos ojos veré como vuestros hijos carecen de agua, de oxígeno, como todo se tornará inhabitable, y perecerán, lamentando que jamás nadie pensó en ellos.

Y por eso este, como viene sucediendo ya de un tiempo a esta parte, ha sido un año en el que se incrementan los datos y se acortan los plazos. Incendios, contaminación, basura y más basura sobre mis pies, sobre mi esencia. Pero cómo voy a pediros que me respetéis a mí cuando ni siquiera lo hacéis entre vosotros. Una especie con líderes de masas preocupados solamente por el sabor de la gloria, por el poder, olvidándose de lo que su pueblo realmente necesita, reelegidos una y otra vez por la estupidez humana. Guerras, matanzas estudiantiles, maltratos a congéneres y vejaciones a animales.

Muero día a día. Será la primera ocasión en que el asesino no verá morir a su víctima, pero lo haré, os aseguro que lo haré. Y os olvidaré, y sólo recordaré el beso de amor de la niña a su madre, el amigo que da la mano a otro que acaba de caer, el jardinero que planta un árbol, el que cierra un grifo a tiempo, el que recoge a un animal herido...



Gracias por ser tan maravillosos, gracias por ser tan necios.



Vuestra Madre Tierra.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Pena


La casa me pesa, sus muros se me caen encima, no puedo respirar, necesito salir, huir, irme de este puto lugar donde los recuerdos me apuñalan. Cierro la puerta, camino sin rumbo fijo, recorro como un autómata las calles. Me meto en un bar, me siento en la barra y comienzo a beber una cerveza tras otra. Observo a la gente que me rodea; la artificialidad de la noche, el gran teatro de las emociones que me distrae pero que no mitiga el dolor que me destroza por dentro.

La música, los gritos de la gente intentado comunicarse, el bullicio, la sed de emociones de los noctámbulos que buscan exprimir la noche bebiéndose sus últimas gotas no me sirven para evadirme, sino que acrecientan la sensación de soledad, de desamparo, soy sólo un punto en el bar, en el que nadie repara, que nadie sabe qué hace ahí pero que a nadie le importa.

No me relaciono, no busco conversaciones vacuas, consumo un cigarro tras otro, una cerveza tras otra y a medida que lo hago noto como mi cabeza se embota y me impide pensar con claridad; un dolor agudo me oprime el pecho impidiéndome respirar;las heridas no cicatrizan siguen royéndome el alma.

Cuanto más borracho estoy más la echo de menos, más consciente soy de lo que he perdido.

A medida que bebo un trago tras otro una necesidad desesperada me atormenta, me engulle como un embudo y me anula impidiéndome pensar en otra cosa.

Y de esa necesidad surge una voz que me suplica desesperada que dé un paso, que me acerque, que aún estoy a tiempo pero aunque la escuche, aunque su eco resuene en mis oídos de forma incesante no puedo hacerle comprender que el miedo, el orgullo, los recelos me lo impiden. Y ante mi incapacidad, ante mi total pasividad esa voz al principio suplicante y débil se vuelve aguda, vengativa, estridente, se ríe de mí, me dice que estaré amargado toda mi vida porque no soy más que un puto orgulloso de mierda insatisfecho y en mi mente se amplifica su sonido hasta casi hacerla explotar; risa de hiena, cruel, irónica y vengativa.

No me quedan fuerzas ni para abandonar este bar, me siento solo, desprotegido, susurro su nombre una y otra vez mientras lloro con la cabeza agachada para que nadie me vea, y en mi cobardía le suplico que venga, que me abraze, que me diga al oído que no la he perdido, que sigue cerca, que no tenga miedo porque siempre ha estado allí, que no la perderé nunca.

Necesito verla, tenerla, sentirla cerca pero media un abismo entre nosotros. Cada vez que me la encuentro, y me mira con ojos tristes le correspondo con una mirada arrogante alimentada por el orgullo, en la que le echo la culpa de todo y le desprecio, le rebajo y me sitúo por encima de ella. Noto la decepción, el daño que le hago pero no me importa. Sus ojos que brillan y están a punto de llorar me suplican pero mantengo el dominio sobre mí mismo y sigo mirándole con ojos inquisitivos, acusadores, altivos.

Me doy la vuelta y cuento los segundos que me quedan para que nadie pueda verme y llorar, limpiar mi bajeza con lágrimas, y huir de mí mismo, de mis sentimientos, de mi soledad utilizando la noche para autodestruirme, para emborracharme y decirle con cada trago que la quiero, que me importa, que siento el daño que le he hecho, que me dejé llevar por el orgullo y no la escuché, que fui un gilipollas, que no me deje, que sin ella estoy muy solo, que no soy nadie, que me coja fuerte por la cintura, que me deje olerla, que me deje besarla, que me coja de la mano para no soltarme nunca.

Con cada trago le pido perdón y espero lo imposible.

Sigo en la barra solo, triste, sin esperanza, diciéndole en silencio que la quiero.


Siempre es difícil describir un sentimiento, la pena, la tristeza, la soledad, la pérdida son algunos de los mas enrevesados.

Uno nunca sabe como describirlos hasta después de sentirlos, pero cuando lo intenta, se da cuenta de que las palabras, a veces, son insuficientes.

martes, 8 de septiembre de 2009

Lágrimas


Lágrimas, son gotas de sentimientos almacenadas en nuestro cuerpo que al no entrar en el alma buscan desesperadamente una salida, mis ojos que al empañarse con ellas nublan la mente y todo pierde sentido, o lo gana en su defecto.

Lágrimas, visten mi cara de pena, dolor, desesperación o alegría derramándose por mis mejillas encuentran su fatal destino al estrellarse contra el suelo o al empapar la manga de tu camisa.

Lágrimas, ¿Cómo ocultarlas? ¿Cómo ahorrarles su camino? ¿Cómo cambiar su destino? ¿Cómo quitar esa sensación de derrota? ¿Cómo congelar ese momento?

¿Cómo entenderlas?

Lágrimas, ¿Cómo evitar que corran por tu cara?

¿Cómo guardar una para que uses siempre la misma?

¿Cómo evitar que te desalienten y te nublen la mente?

¿Qué he de hacer para evitarlas?

Lágrimas, recorren tu rostro nerviosas, desafiantes, asustadas y vergonzosas, se ocultan y me engañan.

jueves, 23 de julio de 2009

El sueño del amor.

En mi imaginación miles de imágenes daban vueltas..., tantos deseos y tantas cosas quería ver realizadas que no sabía por donde empezar, pero había uno, un sueño que deseaba más que ningún otro.


Quería ir allí, donde el cielo era de tantos colores que era imposible definirlo
Donde el río era tan claro que los peces de colores se veían desde lejos y lo más importante quería ir porque estarías tú.


Imaginando como seria una tarde junto a ti, nos vi paseando por la orilla del mar. A pesar de la oscuridad de la noche, todo tenía un brillo especial...


Me paré un momento y pensé, pensé en porque soñaba eso y no llegué a ninguna conclusión, por lo que seguí adelante y dejé que mi imaginación siguiera volando.


La luna se reflejaba en nuestros cuerpos, mientras una dulce melodía salía de algún lugar lejano.


Me paré frente a ti y el silencio se hizo cada vez más grande, mis ojos se reflejaban en los tuyos y no pude evitar abrazarte. La noche pasó deprisa, y con ello llegó el amanecer.


Miles de sensaciones maravillosas recorrían mi mente y tu reflejo reflejado en la arena de la playa era realmente encantador.


Volví a preguntarme porque era lo que mas deseaba pues mil sueños recorrían mi mente a diario. El por qué era sencillo y claro, aunque no sabía como definirlo…


Una palabra que expresara todo lo que sentía…


No..., no existía porque un te quiero se quedaba corto para todo lo que había sido capaz de sentir en un simple sueño junto a ti.

miércoles, 15 de julio de 2009

Todo ocurre por alguna razón

Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa por que debe de ser así para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.

Tú no sabes quienes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellos sabes y comprendes que ellos afectaran tu vida de una manera profunda.

Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que sin que superes estas cosas nunca hubieras realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.


Todo pasa por una razón en la vida.


Nada sucede por casualidad o por la suerte. Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu alma. Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa, sin rumbo a ningún lugar, plana cómoda y segura.


La gente que conoces afectan tu vida, las caídas y los triunfos que tu experimentas crean la persona que eres. Aun se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.

Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón le das gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de la confianza y a tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.

Si alguien te ama ámalo tú a ellos no porque ellos te aman sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.


Haz que cada día cuente, y aprecia cada momento además de aprender de todo lo que puedas aprender, porque quizás mas adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación con gente que no hayas dialogado nunca y actualmente escúchalos y presta atención.

Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo, sino crees en ti mismo nadie mas lo hará tampoco.


Crea tu propia vida, encuéntrala, y luego vívela....


¿Es la vida una tragedia, o hay esperanzas?

lunes, 13 de julio de 2009

Un beso perfecto para el tiempo


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar.

Hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.

Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.

Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.

Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua...

sábado, 11 de julio de 2009

¿Por qué duele tanto el amor?

Todos en algún momento de nuestras vidas, hemos sentido ese gran sentimiento que llamamos amor.

Todos nos hemos preguntado alguna vez…. ¿por qué duele tanto el amor?

Quizás….
Cuando lo ves imposible.
Cuando no te sientes correspondido.
Cuando te deja un gran vacio.
Cuando sientes que tu alma se aleja.
Cuando tu corazón deja de latir.
Cuando nada a tu alrededor te llena.
Cuando todo parece nada.
Cuando la distancia es inevitable.
Cuando el amor se va….

¿ Por qué duele tanto el amor ?
¿ Como saberlo…?

miércoles, 1 de julio de 2009

Pensamientos..

En una película dijeron que aquello que se pierde, se pierde.

Muchas veces, desde que la oí, me he quedado pensando hasta qué punto esa frase era cierta.
Hay veces que perdemos algo, creemos que nunca más volveremos a recuperar y de repente un día aparece de nuevo, bajado del cielo, dispuesto en exclusiva para nosotros.
Pero las cosas hay que ganárselas, ¿no?

Otras veces las cosas se pierden y nunca más vuelven. Recuperar lo pasado es llamar al viento y pretender que venga. No nos corresponde a nosotros el deseo de que vuelvan, lo hemos provocado así y nos lo hemos ganado. Punto final.

Y también existe aquello que creemos perder y en verdad nunca se fue. Y dentro de este grupo entran todo tipo de cosas: una amistad, una relación con algún pariente, un objeto preciado que aparece en el lugar menos pensado… Y lo sentimental, el amor.

Creemos que el deseo se ha ido, que la necesidad ha desaparecido, que los sentimientos van caminando por otro camino desconocido, comienzas a sonreír más, parece que se va, se va, se va...Pero no.

No se ha ido y un olor es el que te lo recuerda. Los días que mejor estás, sin que te duela levantarte de la cama, todo el universo parece conspirar contra ti: recuerdos por todos lados, su nombre en boca de todos, olores, palabras, películas, canciones.

Y es entonces cuando te das cuenta de que hay cosas que crees perder, y nunca pierdes.